CONOCIENDO A LA CHICA PERFECTA
Cuanta gente miro pasar, sin u objetivo, ni siquiera un propósito, mientras viajo por en este autobús.
Bajo de el, algo cansado de lo mismo, me dirijo a mi casa.
Algo me hace voltear a ver una chica, quiero disimular pero no puedo, hay algo que me lo impide.
Admiro esa gélida sonrisa que realmente me hiela la sangre.
Sin embargo, yo quiero ponerme de enfrente y que sepa que yo existo.
Camino hacia ella, mis piernas me tiemblan.
“Tranquilas” les digo en mi mente, mientras trato de acercarme a ella.
- ¿ Como te llamas? - Le dije algo tímido.
- Si supieras quien soy, créeme que no te acercarías -
- ¿ Porque no lo haría? Sin siquiera conocerte siento que mi corazón quemas mas que mil soles -
- Disparates, me estas diciendo, Mi profesión es antigua como el tiempo y me mantengo ocupada aunque mis servicios solo se requieran una vez -
- Yo creo que en las oficinas en las cuales trabajas, has de recibir mas de una visita con esa encantadora figura que te cargas -
-Al contrario mi querido amigo, hasta el mas valiente conmigo se ha de espantar -
- Me tienes realmente intrigado ¿Que tipo de trabajo estarás realizando?
Se quedo callada, quizás se canso de mi insistencia, con un pequeño empujón abrió las puertas de un hospital.
Mire niños corriendo por los pasillos, no pude evitar pensar.
“Donde estarán los padres” para que aplacaran a sus criaturas.
Sin embargo ella se agacho y dulcemente les murmuro;
- Pequeños, no pierdan el rumbo, ya no lo hagan esperar, que ya los quiere abrazar, no ven que el espera su llegada -
¿ Acaso ella conocía a los padres de estas criatura?
¿Acaso sera la tía o la prima?